Todos los seres de este planeta, tienen el mismo derecho a vivir.
No nos paramos a pensar que todo animal o ser vivo que es capaz de moverse por si mismo, es una vida, y como tal, tiene derecho a no ser
torturado ni asesinado, pues siente, respira y tiene su ciclo de vida, como cualquier ser humano.
¿Por qué el hombre encierra en jaulas a otros animales, los cria para consumir su carne o vestir con sus pieles,
sin detenerse a pensar que esas especies, son seres vivos como él?
Puede que no tengan inteligencia como nosotros, o quizás tengan menos, pero eso no nos da derecho a asesinar millones de seres
vivos a diario para alimentarnos de ellos, cuando podemos consumir plantas, frutos secos, frutas, bayas, legumbres...
sin la necesidad de torturar y matar tantísimos seres vivos.
Cuando un ternero es degollado, sufre igual que un hombre. Cuando un cerdo es sacrificado,
lo siente en sus carnes igual que lo sentiría cualquier ser humano.
Si lo viéramos desde el punto de vista de un ser que viene de otro planeta, y fuera 100 veces más inteligente que nosotros,
nuestras vidas tendrían el mismo valor que las de un conejo o un avestruz, pues nuestro nivel de inteligencia sería similar al de los animales.
Entonces, si ésta raza que viniera de fuera, cultivara al hombre como nosotros criamos al ganado, se vistiera con nuestras pieles,
y nos dieran el mismo trato que nosotros damos actualmente a las especies de nuestro planeta, ¿lo veríamos injusto?
¿Veríamos atroz el exponer seres humanos en zoológicos junto a otras especies menos desarrolladas que una raza visitante?
Pues ese es el trato que nosotros damos a las especies que conviven con nosotros, sin inmutarnos cada vez que vamos al supermercado y vemos
expuestos cientos de cadáveres en la carnicería, o en la pescadería, ni cuando damos de comer a nuestros hijos trozos de carne de animales que
han sufrido durante toda su vida en jaulas, sin ni siquiera ver la luz del sol, y tratados como números.
Que nos hayan educado así desde pequeños, no significa que debamos continuar con esta conducta durante el resto de nuestra vida. Cada vez que compras
un producto de orígen animal, contribuyes a que cientos de seres vivos sean explotados, torturados y asesinados, cuando puedes alimentarte
de productos de la tierra, frutas, hortalizas y legumbres, respetando al resto de animales que viven en nuestro planeta, y quizás algún día,
si el ser humano no es la raza más inteligente del planeta, nos respeten a nosotros y nos traten como a semejantes, conviviendo juntos hacia
un futuro donde la meta sea la evolución y el desarrollo.
Duhnnae